Un horizonte de cosas buenas
Escrito por: Horiens - 30/06/2022
Caroline acabó de tener una hija y en medio a la licencia de maternidad fue promovida en Horiens, asumiendo nuevos desafíos en el área de Seguros de Personas, donde actúa hace siete años, cuando retorne.
Wesley está animado con las posibilidades de carrera que está viendo después de comenzar a actuar en el laboratorio de datos de Horiens, Risk Labs, inicialmente como pasante y, ahora, contratado.
Luanda está feliz de la vida por poder identificar en medio al período de reflexión de la pandemia su misión de vida, descubriendo que puede soñar y trabajar con propósito.
Carolina, Wesley y Luanda están compartiendo con nosotros un horizonte de cosas buenas que se abrió en sus vidas.
“Tenemos orgullo de formar parte de la vida de las personas y, más que eso, de ofrecer un ambiente que pueda ser fuente de experiencias positivas”, puntúa Fernanda Antonelli, directora del área de Personas de Horiens. Las personas son el centro de todo en una empresa. La vida y el trabajo tienen altos y bajos, es normal, y claro que esto tiene su valor, pero saber observar oportunidades de evolucionar y transformar la vida y la carrera está en nuestras propias manos”, completa.
A lo largo del año, vamos a hablar del horizonte de cosas buenas que nuestros integrantes ven para sus vidas y carreras. ¡Le invitamos a embarcar con nosotros en estas historias y conocer un poco más de las personas que forman parte de Horiens!
Caroline Lucena, del área de Seguros de Personas
“Cuando vivimos intensamente el presente y primamos por la excelencia, nos abrimos para posibilidades que la vida nos ofrece en dirección al futuro que planificamos. Mi segundo hijo, Rafaela, nació en febrero de este año y, junto con todos los dilemas que surgen con la maternidad, surge también dentro de nosotros una fuerza increíble y el sentimiento de que valió la pena.
Si no bastase ese gran acontecimiento en mi vida, fui reconocida profesionalmente, por mis esfuerzos y dedicación, durante mi licencia de maternidad, con una promoción dentro del área en que actúo. ¿Qué decir sino que la vida nos ofrece un horizonte de cosas buenas cuando las buscamos y estamos abiertos a ellas?”
Wesley José da Silva, integrante de Risk Labs Horiens
“Suelo decir que trabajo desde ‘pequeño’. Mi primer empleo fue con mi tío en la feria, tenía unos 14 años. Con 16, fui a trabajar en General Motors como joven aprendiz y, a los 18, ya estaba en mi tercera experiencia, como prestador de servicios en el Citi. Aquí en Horiens, donde entré como pasante en el 2019, en Risk Labs, descubrí nuevas posibilidades en especial con la colaboración de mi líder Márcio, y todo el apoyo de Fernanda, nuestra líder de Personas.
Estimulado por un ambiente abierto y, personalmente, por una fase de autoconocimiento, vi mis perspectivas de carrera abrirse no solamente con mi contratación, que vino recientemente, sino con todo el aprendizaje de programación y ciencia de datos a que tuve acceso.
Yo, que no pensaba mucho en cuestiones de carrera y dejaba mucho más a la vida llevarme, hoy me descubro pensando en construir una carrera que me traiga realización”.
Luanda de Oliveira Santos, del área de Riesgos y Seguros para Infraestructura y Concesiones
“El trabajo, para mí, siempre estuvo mucho más relacionado a la supervivencia que a perspectivas. Las cosas fueron cambiando poco a poco. Ingresé en Horiens en el 2014, en Salvador, en Bahía. Fue un buen período, que me introdujo en un mundo nuevo con enfoque muy fuerte para las personas, ya que yo actuaba en el área de Seguros de Personas, con enfoque en relación con el cliente.
En el 2017, recibí una invitación para venir a trabajar en São Paulo. Aquí, mis conexiones aumentaron, cambié de área y estoy descubriendo nuevas formas de colaborar, cada vez más cercanas de lo que considero mi misión: que es ser puente, ayudar a abrir puertas para las personas. Hoy, además de mi Programa de Acción en el área de Ingeniería y Concesiones, formo parte del Comité de Diversidad de Horiens.
El período más introspectivo traído por la pandemia acabó despertándome para el hecho de que podemos trabajar con propósito. No fui enseñada a soñar, pero aprendí que puedo”.