Río Oil y Gas 2022: desafíos y caminos de la industria de petróleo y gas
Escrito por: Rafael Souza - 13/10/2022
Es indiscutible el papel estratégico del sector de petróleo y gas para el desarrollo global. No obstante, a pesar de su fuerza y relevancia, se trata de un sector altamente afectado por crisis e inestabilidades geopolíticas. Además de esto, las metas de descarbonización de la economía que están siendo asumidas por empresas y gobiernos alrededor del mundo colocan la energía en el centro del debate y de los desafíos globales, haciendo que sea uno de los más presionados a avanzar en prácticas de ESG.
Este escenario trae para la agenda del sector discusiones de peso, todas ellas abordadas en los paneles y mesas redondas de la 20ª edición de Río Oil & Gas, realizada en septiembre, en Río de Janeiro, con 58 mil participantes, más de 260 horas de contenido presencial y 450 horas de contenido online.
La seguridad energética fue una de las pautas de mayor visibilidad, dados los riesgos relacionados a la oferta y la presión por precios de combustibles, generados en gran parte por la guerra entre Rusia y Ucrania. El clima de incertidumbres reafirma la importancia estratégica de inversiones para satisfacer la demanda creciente de consumo en el mundo.
En Brasil, que es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y un país atractivo para nuevos negocios en el área de petróleo y gas, las inversiones de la industria de petróleo y gas deben alcanzar cerca de US$ 24 mil millones por año, antes del 2025, según la Asociación Brasileña de Servicios de Petróleo (ABESPetro). Antes del 2030, los proyectos aprobados ya suman inversiones de US$ 156 mil millones.
En otra agenda de destaque en el evento, la transición energética, que es uno de los grandes desafíos del sector, hay una serie de oportunidades para Brasil. Cuando hablamos de energía eólica offshore, por ejemplo, considerada hoy una de las más promisorias fuentes de energía renovable, con previsión de crecer ocho veces antes del 2050, el país es un territorio extremamente fértil. Sabemos que avances regulatorios son importantes, pero tenemos espacio para despegar, por tanto una actuación bien articulada y consistente en esta dirección puede colocarnos en una posición destacada en el escenario global.
En general, ante estos dos grandes desafíos, la industria de energía está buscando posicionarse de forma equilibrada considerando la importancia de evolucionar tanto en la agenda de seguridad energética como en la de transición energética. Hay un enfoque consensual de que la producción debe caminar de forma continua en una dirección más limpia, apostando en la diversificación de fuentes de energía y, al mismo tiempo, debe preservar la seguridad energética con el mantenimiento de inversiones en petróleo y gas, factor crucial para la economía y el desarrollo.
Salimos de otra edición de Río Oil & Gas más fortalecidos de lo que entramos. ¡Que vengan las próximas!