Mujeres que se reinventan
Escrito por: Zilah de Barros Mello - 08/03/2022
“Porque la vida, la vida, la vida… la vida solo es posible reinventada”. Para mí, en este pequeño verso del poema Reinvención, de Cecília Meireles, reside un tanto inmenso de vida y verdad.
En este Día Internacional de la Mujer me pareció interesante recordar cuánto ser mujer es fuerza, superación, dedicación y, por qué no, reinvención. El verso anterior trae a la luz la necesidad de mirar a partir de una nueva perspectiva, experimentando la vida de una forma diferente, resignificando sentido y dirección.
Cuando hablamos de empoderamiento femenino y de valorización de la mujer en el mercado de trabajo, a fin de cuentas estamos hablando también de reinvención, ¿no es verdad? En mi historia, por ejemplo, hay una pizca importante de este ingrediente, digamos, valiente.
Hace siete años trabajo en Horiens, en el mercado de riesgos y seguros, y puedo decir que me siento feliz profesionalmente. Algunos años atrás decidí reinventarme, cambié de empresa, de área, aprendí prácticamente todo lo que hago hoy desde cero. Sé que estar insertada en un ambiente de estímulo al desarrollo, independientemente de género, tiene un peso importante para que yo pueda sentirme así, en el rumbo correcto.
Pero si hoy notamos un movimiento positivo de empoderamiento de las mujeres en diversos sectores, incluyendo el sector de riesgos y seguros, sé que no siempre fue así y que aún hay mucho a ser hecho. Por eso, creo que cada mujer que a lo largo de los años se reinventa, enfrenta y abre caminos hace reverberar la fuerza y el coraje femeninos, características muchas veces no asociadas a nosotras, mujeres.
Mientras reflexiono aquí, recuerdo especialmente a dos mujeres que me inspiran. Bettina, que, tiempos atrás fue, por muchos años, directora del área en que actúo, es una memoria muy viva en mí. Me gusta pensar al respecto de su historia porque ella estaba allí, fuerte y pionera en una época en que la cuestión de equidad de género ni era discutida, mucho menos abiertamente como lo hacemos hoy. Recuerdo con cariño su enfoque disciplinado e intuitivo para siempre extraer lo mejor de cada uno del equipo, y de su capacidad técnica, que saltaba a los ojos de todos a su alrededor.
Mi hermana Zaida es otra gran y potente fuente de inspiración para mí. Ella se mostró una persona más valiente de lo que un día pude imaginar, cuando, tratando con todo el dolor de la pérdida de un hijo, encontró con sensibilidad el ímpetu necesario para seguir adelante, realizando su brillante trabajo en la Secretaría de Salud de Salvador, en el auge de la campaña de vacunación contra el covid-19.
Mujeres que se reinventan – y se superan – están por todos los lugares. ¡Por suerte!