Aprender, persistir y adaptarse a los cambios | Las lecciones de un proyecto desafiante

En este mes en que es celebrado el Día Internacional de la Mujer, reunimos historias que tuvieron la participación central de mujeres de nuestro equipo. A continuación, conoceremos un proyecto pionero que contó con la dedicación de las integrantes Beatriz Schiesari y Vanessa Falco. ¡Véalo!

Las integrantes de Horiens Beatriz Schiesari y Vanessa Falco son profesionales experimentadas del área de riesgos y seguros, con muchos desafíos y momentos de superación en sus carreras.

Uno de estos desafíos, no obstante, es recordado por ellas de forma especial por diversos motivos: por el espíritu pionero, por la cantidad de obstáculos que tuvieron que transponer, por la unión y química del equipo y, por fin, por el importante resultado generado para el cliente.

Estamos hablando del proyecto que llevó a un gran cliente de Horiens a ser la primera empresa de América Latina a convertirse en miembro de Everen Insurance Limited (antigua OIL), un selecto grupo de 63 empresas del segmento de energía que, juntas, forman una aseguradora mutua, con amplia cobertura para daños materiales.

En la práctica, participar de Everen significa que cada miembro es un co-asegurador de los demás, trayendo capacidad a un precio más competitivo, lo que ayuda a componer una ecuación de costo de riesgo más interesante a quien participa del grupo.

Conducir a este cliente en el proceso de ingreso en Everen fue una verdadera misión para el equipo de Horiens, una jornada que demoró cerca de cinco años. “Ser aceptado como miembro de Everen es algo complejo. No basta querer formar parte, es necesario cumplir los prerrequisitos y cumplir un proceso de suscripción muy exigente”, cuenta Vanessa.

“Además de que, por ser una organización con un formato único y exclusivo, su mecanismo de operación y especificidades no son de conocimiento del mercado de una forma general. Realizamos innumerables reuniones con el mercado asegurador antes de la estructuración del programa de seguros en el nuevo diseño”, completa.

De la idea al resultado
Entre las idas y vueltas naturales de un proyecto de esta complejidad, una certidumbre aflora fácilmente de los recuerdos de Beatriz y Vanessa: la importancia de persistir incluso cuando el escenario parece demasiado denso.

 “Fueron incontables horas de estudios, análisis, reuniones. En algunos momentos del camino, teníamos que retroceder para realinear puntos y entonces poder avanzar”, explica Beatriz.

Cuando el equipo de Horiens trajo la idea de ingreso en Everen para el cliente, sabían que tendrían que aprender y enseñar en todo el momento, ya que Horiens tuvo un papel de eslabón en el proyecto, haciendo los puentes necesarios con la empresa, el mercado asegurador y Everen.

“Los desafíos fueron muchos, pero yo diría que aprender para enseñar fue el primero de ellos, siempre con humildad y sabiduría para oír”, pondera Beatriz.

La fuerza de un equipo plural

Desistir no forma parte del vocabulario de este equipo de Horiens. “Nuestro equipo es muy diverso y colaborador, comenzando por nuestro líder, Eduardo Damião. Con su serenidad y optimismo fue fundamental, estaba siempre allí impulsándonos a evolucionar, a dar lo mejor de nosotros”, cuenta Vanessa.

“Eduardo vislumbró la idea de Everen de forma genial y creyó de forma contagiante. Todo el equipo embarcó y lo hicimos realidad, cada uno aportando sus conocimientos y habilidades. En el 2018, nuestro cliente fue la primera empresa de América Latina en convertirse en miembro de Everen, posición mantenida hasta hoy”, complementa Beatriz.

“El proceso y los desafíos son continuos una vez que el programa de seguros siempre puede ser estructurado con un nuevo formato, buscando constantemente el mejor resultado para nuestro cliente”, concluye Vanessa.

Aprendizaje es oportunidad

Beatriz y Vanessa no dudan en contar cuánto aprendieron en esta jornada. “Yo comenzaría todo de nuevo, el proceso fue muy rico, tanto por aspectos técnicos como personales. Tener oportunidad y espacio para desafiarnos a nosotros mismos nos hace mejores seres humanos y profesionales”, explica Vanessa.

Para Beatriz, la diversidad de opiniones y visiones fue una importante característica de proyecto. “Tengo la oportunidad de trabajar en un ambiente en que la diversidad de enfoques y visiones es valorizada y eso fue muy relevante en este proyecto, a fin de cuentas un proceso como ese se construye a partir de muchas discusiones y en ellas siempre salíamos con más elementos de los que entrábamos. Fue un importante ejercicio de humildad y una gran oportunidad de desarrollo”, finaliza.